El consumo de cemento en España ha caído en el primer trimestre del año un 2,2%, situándose en 2.473.648 toneladas. Esta ralentización en el descenso se ha producido por la evolución positiva del mes de marzo, en el que el consumo ha rozado el millón de toneladas.
Por desgracia, no nos encontramos ante un repunte del mercado, sino ante dos circunstancias externas que están sesgando los datos. En primer lugar, en 2013 la Semana Santa se celebró en el mes de marzo, lo que provocó una “parada vacacional” en las obras. A esta circunstancia, además, se unió el factor climatológico. Según la Agencia Estatal de Meteorología, el mes de marzo de 2013 fue uno de los más lluviosos de la historia, superando el record de precipitaciones en ese mismo mes, que se había producido en 1947. Esta circunstancia lastró el consumo y lo convirtió en uno de los peores meses de marzo vividos a lo largo de la historia por la industria cementera en nuestro país. En 2014, por el contrario, las condiciones climáticas han sido más benignas de lo habitual y no se han celebrado festividades destacables, lo que ha motivado el repunte.
No obstante, si nos atenemos a los datos de consumo en año móvil (últimos doce meses) el consumo de cemento en nuestro país continúa con una caída acumulada del 12,9%, y un volumen total consumido de 10,9 millones de toneladas, cifra muy similar a la alcanzada por el sector al cierre del ejercicio 2013. Las previsiones del departamento de Estudios de Oficemen para el total de 2014 continúan estimando una caída de entre un 7 y un 8%.
Queda por tanto mucho camino aún por recorrer para que el sector cementero español entre realmente en la senda de la recuperación. “Es necesario recuperar la inversión pública”, explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, que añade que “continúan existiendo un buen número de infraestructuras ‘discretas’ cuyo estado se encuentra muy alejado de las buenas prácticas europeas. Nos referimos a los cuellos de botella en los accesos a las grandes ciudades, las conexiones ferroviarias con Europa, y las redes de saneamiento y estaciones de depuración de aguas en poblaciones pequeñas y medianas, entre otras”.