La Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Oficemen, y las federaciones de los sindicatos mayoritarios, MCA-UGT y FECOMA-CCOO han firmado el 13 de diciembre la renovación del acuerdo alcanzado en el año 2005 para potenciar, entre otros asuntos, la valorización energética en las plantas cementeras. Este acuerdo tuvo como consecuencia la constitución de la Fundación Cema, destinada a fomentar la investigación y el desarrollo de estudios relacionados con el medio ambiente y la salud laboral de esta industria.
La continuidad de este convenio representa la apuesta de empresarios cementeros y trabajadores para avanzar en el desarrollo sostenible en la industria de fabricación de cemento. En este periodo, las fábricas cementeras han invertido 380 millones de euros en la mejora de sus procesos de producción con objeto de ser más eficientes y sostenibles. Para el presidente de Oficemen y la Fundación Cema, Joaquín Estrada, “la renovación de este acuerdo es un paso más dentro de la carrera que nos hemos propuesto recorrer para luchar contra el cambio climático y que desde hace años se ha convertido en máxima prioridad para nuestra industria”. “En el sector cementero”, siguió Estrada, “seguimos actuando sobre las opciones que ayudan a paliar el calentamiento global como son la mejora de la eficiencia energética, campo en el que ya somos líderes en la industria cementera mundial y la utilización de combustibles alternativos. Sin embargo, en este último objetivo nos queda un amplio camino por recorrer para asemejarnos a nuestros colegas europeos”.
Y es que el pasado ejercicio la industria cementera española sustituyó el 12% (476.000 toneladas) de su combustible habitual por otros materiales que ya no pueden ser ni reutilizados ni reciclados. Del poder calorífico total que representan estos combustibles recuperados, el 80% se obtiene de residuos que se consideran biomasa (harinas animales, lodos de depuradora, madera, papel, serrín, etc.) o parcialmente biomasa (neumáticos fuera de uso, textil, combustibles derivados de residuos, etc.). En total han sido 389.000 toneladas de residuos biomasa o parcialmente biomasa. Esta cifra dista mucho del objetivo medio de valorización de residuos para el sector cementero europeo que se sitúa a medio plazo en el 50%, y más aún de algunos países como Alemania y Austria que actualmente ya cuentan con tasas de sustitución superiores a esta cifra.
En cualquier caso y por hacer una lectura positiva, Joaquín Estrada asegura que “desde que firmamos este convenio con los sindicatos hace cinco años hemos evitado la emisión de cerca de 1,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera gracias a la utilización de biomasa como combustible en nuestros hornos”.